Escenario Energètico:
Lorenzo Reyes Mar
14 de Enero de 2009
La decisión de elevar los precios de los bienes públicos, sobre todo uno tan sensible como el de las gasolinas, no es fácil ni popular, pero sí responsable, sostuvo el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Ernesto Cordero Arroyo.
“Estamos conscientes de que incrementar cualquier precio de los servicios o productos que ofrece el gobierno no es una medida popular. Sin embargo, en ocasiones resulta imprescindible actuar con responsabilidad para velar por la estabilidad, el crecimiento y la equidad”, añadió al comparecer ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Acompañado por el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, dijo que la decisión de aumentar los precios de las gasolinas obedece a la voluntad de cumplir con el Presupuesto de Egresos de la Federación que estableció el Congreso de la Unión.
Recordó que los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) para 2010, presentados al Congreso de la Unión, señalaban que la política de precios y tarifas de los bienes y servicios públicos se definirán tomando en cuenta criterios como la relación precio-costo, los precios de referencia nacional e internacional y la tasa de inflación.
Precisó que la política de deslizamientos graduales de los precios públicos de los energéticos en México no es nueva, porque se ha sostenido desde hace prácticamente dos décadas, y ha permitido mitigar la enorme volatilidad de estos precios a nivel internacional y mantener finanzas públicas sanas.
“El deslizamiento gradual en el precio de los combustibles nos ha permitido amortiguar los cambios para los consumidores, al tiempo que se hacen ajustes graduales en función de la realidad económica y del estado de las finanzas públicas”, comentó Cordero Arroyo.
El funcionario destacó que la inflación registra al cierre de 2009, de 3.57 por ciento, uno de los niveles más bajos en al menos 35 años, como lo publicó este jueves el Banco de México, ya considera los deslices a las gasolinas y el diesel que se llevaron a cabo en diciembre pasado.
No obstante, dijo, al cierre de 2009 los precios de los combustibles en México se ubicaron 12 por ciento debajo de lo observado en Estados Unidos, ante lo cual el país no puede aislarse ilimitadamente de la realidad económica global y ello requiere ajuste a la política de precios públicos.
De no reanudar la política de deslizamiento de los precios de las gasolinas y el diesel durante 2010 en nuestro país, se estima que el costo del subsidio se ubicaría alrededor de 60 mil millones de pesos, informó.
.“Es nuestra responsabilidad buscar soluciones que nos permitan hacer frente a los compromisos de gasto, sin poner en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas. Lo anterior permitirá a los mexicanos generar los ingresos necesarios para vivir mejor y los empleos que tanto se necesitan”, concluyó.
Por su parte, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, dijo que el aumento a las gasolinas y al diesel responde a tendencias internacionales, porque en otros países se han eliminado ya los subsidios a esos productos. manifestó que al mantenerse el subsidio se generan problemas de arbitraje en la frontera y nos lleva una diferencia de competencia internacional.
El efecto en fronteras cuando se abre un diferencial en el precio, entre cuatro y cinco pesos, es que se cruza la frontera. En los últimos años hemos estado importando gasolinas, para subsidiar a los consumidores de Estados Unidos y en algunos años el diferencial fue hasta de ciento por ciento, precisó.
El funcionario explicó la mecánica de precios internacionales, y comentó que a partir de 2004 se inició un Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) para Pemex por el costo internacional de los combustibles y el precio que aquí se da al consumidor final.
Asimismo explicó que retrasar estas decisiones, que sin duda son difíciles, puede llevar a rezagos que requieran ajustes mayores en los precios, y que le cueste más trabajo a las familias asimilar. “Por ello, estos incrementos son moderados comparados sobre todo si se compara con los incrementos por encima del 60% que ocurrieron en la década pasada en las épocas de crisis”.
Lo anterior se explica debido a que el Sistema Nacional de Refinación (SNR) cuenta con 6 Refinerías. Estados Unidos, con una población tres veces superior, cuenta con 149 refinerías.
En los últimos diez años se han realizado inversiones en el Sistema Nacional de Refinación (SNR) por alrededor de 13,000 millones de dólares, la mayor parte dirigida a reconfiguraciones y modernización de tres de las seis refinerías del SNR.
La demanda interna de gasolinas crece a una tasa superior al crecimiento de la economía (cinco por ciento anual), mientras que la oferta de gasolinas en el país se ha mantenido prácticamente constante en los últimos 30 años.
Por tal efecto, hoy PEMEX importa 4 de cada 10 litros de gasolina que consumimos en el país, a un costo superior a los 10 mil millones de dólares al año. Por si fuera poco, además del costo que representa, el hecho de importar gasolinas se traduce en que México esté financiando empleos e inversiones en el exterior, que podrían generarse internamente.
Por ello, para producir la gasolina que se requerirá en veinte años en México será necesario, además de la reconfiguración de las refinerías existentes, poner en operación una nueva refinería cada tres o cuatro años.
De no aumentar la capacidad de refinación, para 2015 las importaciones podrían alcanzar 489 miles de barriles diarios, es decir la mitad de la demanda nacional.
La demanda de gasolinas crece a un ritmo superior al de la economía (cinco por ciento anual), mientras que la oferta de gasolinas ha crecido lentamente. Entre 2000 y 2009 la demanda de gasolina aumentó 35% y la de diesel 21%.
La gasolina en Mèxico básicamente se importa de Estados Unidos, España, Francia, Holanda, Bélgica, Suiza, Italia y Brasil, principalmente.
En el extranjero PEMEX y la empresa Shell tienen una sociedad de coparticipación para la Refinería Deer Park desde 1993. PEMEX, a través de P.M.I. Norteamérica, SA de CV es dueño de la mitad de los activos de la refinería.
Para PEMEX ha resultado benéfico ya que además de las utilidades que ha generado para la empresa (3.6 miles de millones de dólares en los últimos 5 años), la refinería procesa parte de las gasolinas que estamos importando actualmente, si bien los empleos de la refinería se localizan en el extranjero.
Los costos de una obra de la magnitud de una refinería son del orden de entre los 7 y los 9 mil millones de dólares (para procesar 250 mil barriles diarios de petróleo).
Se estima que en materia de Refinación el país deberá invertir, en un breve lapso de tiempo, en los siguientes proyectos:
· La conversión tecnológica de tres de las seis refinerías de PEMEX a un costo unitario de entre dos a tres mil millones de dólares cada una;
· La necesidad de ampliar la capacidad de refinación del país en al menos 500 mil barriles diarios de petróleo, para lo cual se requerirán inversiones de entre 14 a 18 mil millones de dólares.
· Alrededor de dos mil millones de dólares para incrementar su capacidad de transporte vía ductos y almacenamiento.
· Mejorar la calidad de sus combustibles, con una inversión aproximada de entre cuatro y cinco mil millones de dólares.
Se estima que, solamente en materia de refinación, se requieren más de 30 mil millones de dólares de inversión.
En México existen seis Refinerías, operadas por PEMEX Refinación y están ubicadas en:
· Tula, Hidalgo.
· Salamanca, Guanajuato
· Cadereyta, Nuevo León.
· Ciudad Madero, Tamaulipas.
· Salina Cruz, Oaxaca.
· Minatitlán, Veracruz
Pemex Refinación cuenta con 77 Terminales de Almacenamiento y Reparto, adscritas a cuatro Gerencias de Almacenamiento y Reparto, Norte, Centro, Golfo y Pacífico, con lo cual se satisface la demanda del mercado nacional de este tipo de productos.
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