A lo largo de los años la economía mexicana ha generado una gran dependencia hacia el petróleo. Es tan importante su ingerencia en la economía de México que se estima que cerca del 35% de los ingresos del Estado provienen de la venta del mismo.
Por lo tanto, Petróleos Mexicanos (PEMEX) es un pilar de la economía mexicana y cualquier aspecto relacionado con la paraestatal se torna en un tema de primordial importancia para el país.
La necesidad de convertir a PEMEX en una empresa más productiva y con mejores sistemas de exploración, explotación, almacenaje y refinamiento del petróleo ha obligado a los dirigentes nacionales a buscar soluciones categóricas.
En los últimos días, el país ha entrado en una vorágine de opiniones y discusiones por aparición de una reforma energética que modificaría la operación y administración actual de PEMEX.
La mayor parte de las críticas giran en torno al posible ingreso de capital privado en Pemex. Estas especulaciones han generado opiniones encontradas, desde radicales nacionalistas que consideran innecesaria la inversión de dinero fresco, hasta aquellos que consideran que es la única manera de convertir a Pemex en una empresa rentable.
Petróleos Mexicanos es un organismo público descentralizado que tiene por objeto ejercer la conducción central y la dirección estratégica de todas las actividades que abarca la industria petrolera estatal, las cuales se realizan a través de sus Organismos Subsidiarios como lo son Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica.
La industria petrolera nacional atraviesa una situación delicada que es necesario atender de inmediato, .algunas tendencias son preocupantes: entre otras se pueden mencionar las siguientes:
• La producción de petróleo sumó tres años consecutivos a la baja y la producción del primer trimestre del 2008 mantiene su tendencia descendente
• El principal yacimiento petrolero –Cantarell- está en un proceso natural de declinación
• El segundo yacimiento más grande –Ku Maloob Zaap- iniciará en un par de años su declinación
• Las reservas de hidrocarburos vienen cayendo desde hace dos décadas
• No estamos restituyendo suficientes reservas para las futuras generaciones
• Los costos de extracción de cada barril de petróleo están elevándose, conforme Pemex explota zonas más complejas y de más difícil acceso
• Las exportaciones de petróleo han disminuido, acorde a la disminución en la producción
• Hoy importamos 4 de cada 10 litros de gasolina que consumimos y se estima que está situación se agravara conforme el consumo de gasolinas seguirá creciendo a ritmos superiores al del crecimiento de la economía
• Nuestra capacidad de transporte y almacenamiento de petrolíferos se encuentra al límite, lo que pone en riesgo el abasto.
Por ello es importante decir que la renta petrolera es la diferencia entre el valor de los hidrocarburos extraídos del subsuelo a precios de venta en el mercado internacional, menos los costos de extracción o, dicho de manera más sencilla, es los ingresos menos los costos, de tal manera que la renta petrolera es lo que queda para repartir.
La renta petrolera está determinada por tres variables: el precio al que se vende el petróleo, el volumen de producción que puede alcanzarse en un momento determinado y los costos de extracción.
Considerando estas tres variables, la renta petrolera de un país será mayor entre más altos sean el precio del petróleo y más alto sea el volumen de producción.
La renta petrolera también será mayor mientras más bajos sean los costos de extracción.
Pemex, es la empresa responsable de generar la renta petrolera, la transfiere al gobierno a través de los impuestos y derechos especiales que entera a la Secretaría de Hacienda, que a su vez la distribuye de acuerdo a lo que se establece en el Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado por la Cámara de Diputados.
Así, se refleja a través del gasto en escuelas, hospitales, carreteras, combate a la pobreza, entre otros.
También los nuevos esquemas de contratación no suponen compartir producción, sino son esquemas de servicios ampliados donde las empresas recibirían una retribución, en base a resultados, por sus trabajos en efectivo, nunca en especie.
La virtud de la iniciativa de reforma para el fortalecimiento de Pemex es quepropone modificar, de manera integral y con pleno apego a la Constitución, el marco regulatorio que rige a la industria petrolera, y que actualmente representa una camisa de fuerza para un mejor funcionamiento de la empresa: acciones en materia de gobierno corporativo, deuda, presupuesto, contratación, adquisiciones, arrendamientos, servicios y obra pública, capacidad de ejecución, autonomía de gestión, régimen fiscal y transparencia, entre otros.
Ahora, para producir hidrocarburos, ya sea en tierra (Chicontepec) o en Aguas Profundas, Pemex enfrentará condiciones muy distintas: factores de recuperación mucho más bajos, productividades por pozo mucho menores, mayor incertidumbre financiera, inexperiencia en la explotación de yacimientos a mayores profundidades, escasez de equipos en el mercado y tecnologías
nunca antes operadas.
En Refinación, de manera simultánea, el país deberá crear nueva capacidad de refinación (nuevas refinerías), fortalecer la capacidad actual (reconfiguraciones), mejorar la calidad de los productos (combustibles limpios) y aumentar la capacidad de transporte, almacenamiento y distribución.
En materia de exploración y producción, se propone otorgar a Pemex herramientas para multiplicar su capacidad de ejecución y hacerse de la tecnología más avanzada, bajo los siguientes mecanismos:
• Adecuar los esquemas de contratación que realiza Pemex para asegurar la eficacia en los trabajos de obra o prestación servicios que encomienda.
• Estos esquemas en ningún caso podrán considerar mecanismos de remuneración que comprometan la propiedad del hidrocarburo.
• Tampoco podrán ceder el control de la operación a las empresas
participantes.
Todo ello buscando reducir los costos en las operaciones de PEMEX y a elevar su productividad, propiciando con ello un aumento en la renta petrolera en beneficio del país.
En materia de refinación, se propone dotar a PEMEX de mecanismos que le permitan ampliar su capacidad de ejecución a través de que:
• Pemex podría contratar a terceros a quienes entregará el petróleo crudo para su procesamiento y recibiría a cambio todos los productos procesados y residuos aprovechables (maquila).
• La propiedad del crudo sería, en todo momento, de Pemex.
• Las especificaciones d los productos serían establecidas por Pemex.
• No se modifica el esquema actual de comercialización, que se mantiene en exclusiva a través de franquicias de PEMEX (sólo se puede vender gasolina de la empresa petrolera estatal) y bajo el mecanismo de precios establecido por el Gobierno Federal.
En materia de infraestructura de transporte, almacenamiento y distribución, donde la capacidad de almacenamiento es peligrosamente baja y donde la mayor parte de los ductos del país presentan saturación, lo que pone en riesgo el suministro de combustibles:
• Se contempla permitir que terceros puedan complementar a Pemex en las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de los productos derivados de la refinación, del gas y de la petroquímica básica.
• Pemex seguiría realizando estas actividades por sí mismo o de manera
conjunta con terceros.
• El sector social y privado podría participar en las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de los productos derivados de la refinación, del gas y de la petroquímica básica.
• Su participación sería bajo un esquema de permisos administrativos otorgados por la autoridad.
• Se incorporarían obligaciones a las que deberán sujetarse los permisionarios para garantizar seguridad y calidad de servicio a los usuarios.
Se pretende que Petróleos Mexicanos pueda actuar con mayor eficiencia, responsabilidad, control y transparencia. Con la reforma, Pemex adoptará una estructura renovada de gobierno corporativo para hacer que sus actividades se orienten a resultados eficaces, sostenibles y sobre todo, medibles y verificables.
La reforma modificará al consejo de Administración con las siguientes medidas:
• Incorporación de cuatro consejeros profesionales (independientes) al
Consejo de Administración
• La creación del Comité de Transparencia y Auditoria
• Comité de Estrategia e Inversiones y,
• Comité de Remuneraciones
Se pretende reformar los mecanismos de control y vigilancia con que actualmente cuenta Petróleos Mexicanos, y por otra parte, incluir nuevos esquemas que contribuyan a una mayor rendición de cuentas, más oportuna y eficaz de la paraestatal, en beneficio de todos los mexicanos.
Las medidas de control y la regulación aplicables al resto de las entidades paraestatales no resultan idóneas para la operación de una empresa petrolera que exige un manejo específico. Dado que resulta impostergable reconocer al organismo descentralizado su carácter de entidad productiva, industrial y comercial que se ve sujeta, se propone un régimen especial de operación que le dé a la empresa flexibilidad en cuestiones como:
• Deuda
• Financiamiento
• Presupuesto
• Adquisiciones, Arrendamientos, Servicios y Obra Pública
El régimen actual de deuda de Petróleos Mexicanos sujeta a la empresa a múltiples autorizaciones por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Esta situación ocasiona que la contratación y administración de su deuda no sea oportuna ni eficiente. La presente iniciativa busca liberar a la paraestatal de los trámites o autorizaciones intermedios ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que, en uso de su autonomía de gestión, y en congruencia con el régimen de gobierno corporativo que se implementará, adopte las decisiones en esta materia que más beneficien al organismo y al país en general.
Porque las obras de la industria petrolera son de tal complejidad y tamaño, que
se requiere un esquema de contratación más flexible y eficiente que el que actualmente rige a toda la Administración Pública Federal.
Por tal motivo, se propone un régimen mixto que pretende distinguir con un régimen especial de obras y adquisiciones en actividades sustantivas de carácter productivo a cargo de la entidad paraestatal y sus organismos subsidiarios, manteniendo el esquema actual en el caso de otras obras y adquisiciones de menor envergadura y complejidad en la Administración Pública Federal.
Para que Petróleos Mexicanos pueda atender los retos que se le presentan se requiere flexibilizar el marco regulatorio al que esté sujeto a efectos de que tenga mayor libertad en la toma de decisiones y pueda adecuarse oportunamente a condiciones cambiantes.
La reforma, indican los expertos, busca darle mayor autonomía a la paraestatal y así tener una administración mucho más eficiente pero, al mismo tiempo, se busca que el Estado mantenga el control de la empresa. En estos momentos, México se encuentra a la expectativa de lo que suceda con la reforma energética.
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