Escenario Energético:
Debido a la creciente inquietud que suscitan las fluctuaciones de los precios del petróleo, la independencia energética, el acceso a la energía comercial y la contribución del uso de los combustibles fósiles al cambio climático, se está prestando mucha atención a los biocombustibles (combustibles obtenidos de la biomasa) como alternativa para atender la creciente demanda energética mundial y como instrumentos para estimular el desarrollo rural y ofrecer nuevos mercados finales para los productos agrícolas.
Los biocombustibles cada día están adquiriendo más importancia, debido al potencial que tienen para sustituir a los combustibles de origen fósil, los cuales son altamente contaminantes.
Gracias a este creciente interés, la tasa de crecimiento de la producción de biocombustibles a nivel mundial es de 15% al año.
Pero han surgido una serie de cuestionamientos debido a que los biocombustibles están afectando los bosques naturales para ampliar los terrenos cultivables, reemplazándose el cultivo de productos alimenticios, e incrementando el uso de fertilizantes y pesticidas; además de la quema de algunas cosechas (caña) para la obtención del azúcar, lo que contribuye con los gases invernaderos.
Las algas prometen ser la alternativa ambientalmente y económicamente más factibles que los combustibles fósiles, por otro lado, tienen un bajo contenido de celulosa, lo que los convierte en un material adecuado para la degradación biológica.
Asimismo, las algas producen naturalmente aceite y otras especies de algas producen más carbohidratos y menos aceite, pueden ser procesados y fermentados para producir etanol.
Las macroalgas tienen una mayor productividad que las plantas terrestres, y no compiten con ellas por el terreno; además debemos considerar que las algas se pueden cultivar en zonas marinas o en tierra obteniéndose varias cosechas al año.
Debido a los cuestionamientos que vienen teniendo los biocombustibles producidos en base a plantas, y al incremento de los precios en los combustibles fosiles; el aprovechamiento de las algas para la producción de biocombustibles se constituye en una alternativa económicamente atractiva y viable.
Si bien se usa y se experimenta con biomasa, proveniente sobre todo de la caña de azúcar, por ejemplo, en México, la utilización de algas es prácticamente desconocida entre los sectores académicos y empresariales del país.
En México, 3.6% de toda la energía producida en el país proviene de biomasa, mientras que casi 90% se basa en hidrocarburos, especialmente el petróleo.
Las virtudes de los carburantes extraídos de algas marinas y plancton radican en que son renovables, ambientalmente limpios y captadores de dióxido de carbono (C02), uno de los responsables del calentamiento del planeta, además de tener mejores rendimientos que los derivados del petróleo u otros biocombustibles.
Las algas no crecen a un ritmo particularmente alto, aunque pueden reproducirse dos y tres veces a diario, y, en general, no atesoran grandes cantidades de lípidos, que son un conjunto de moléculas orgánicas insolubles en agua, compuestas sobre todo por carbono, hidrógeno, un poco de oxígeno y que también pueden contener fósforo, azufre y nitrógeno.
Quienes han formado una alianza para desarrollar un proyecto de cultivo de algas y una planta extractiva en Sonora, son la compañía estadounidense Petro Sun Biofuels y el Grupo Santa María.
Actualmente la Sección de Algas del Herbario de la Facultad de Ciencias, de la UNAM constituye un centro de información, investigación y docencia que proporciona apoyo a actividades académicas y de divulgación en torno de las colecciones que están bajo su resguardo.
En esta Sección se encuentran depositadas diversas colecciones de algas (ejemplares herborizados, preparaciones, fotografías) y documentos relacionados con ellas (libretas de campo, descripciones, íconos y bibliografía) que sirven de referencia a varias líneas de investigación y proyectos particulares que se realizan en el propio Herbario y en el Laboratorio de Ficología de la Facultad.
El proceso de extracción de algas, se basa en tres elementos: la luz solar, la fotosíntesis, con la que las plantas transforman la primera, y ondas electromagnéticas para acelerar esa fase.
Países como Estados Unidos, Argentina, Chile, Colombia, España, Israel, Alemania, Italia, ya están realizando investigaciones acerca de las algas marinas, las cuales tienen también propiedades medicinales.
Nuestro país se enfrenta a un gran reto, ya que cuenta con grandes extensiones de costas tanto en el pacifico como en el golfo de México, pero para ello se requiere investigar las tecnologías que darán aportes económicos en un futuro no muy lejano, tocando la responsabilidad al Congreso de la Unión en el Presupuesto de Egresos 2009, autorizar mayores recursos para investigación científica a propuesta de las instituciones de educación superior y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
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