Me permito dedicar esta colaboración, a destacar la labor de una institución que en días anteriores, celebró 70 años de existencia y puedo expresar que me incluyo entre los muchos mexicanos que han sido beneficiarios de esta institución académica del más alto nivel.
Este aniversario ocurre en momentos difíciles para el país, sobre todo para su conflictivo régimen político.
El Gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas invitó a algunos intelectuales científicos españoles para que se trasladaran a México mientras duraba la Guerra Civil (española, 1936-1939), para que pudieran continuar con su obra".
En 1938 es cuando el historiador, sociólogo y politólogo mexicano Daniel Cosío Villegas tuvo la idea de crear una institución independiente que albergara a un grupo selecto de científicos, pensadores, humanistas y escritores españoles, para que continuaran en México su labor de investigación.
Nació La Casa de España en México. En 1939, el patronato de esa institución designó como primer presidente a Alfonso Reyes.
El 8 de octubre de 1940 se disolvió La Casa de España y se constituyó “El Colegio de México”, integrado por profesores e investigadores mexicanos, españoles y de otras nacionalidades.
Los intelectuales españoles que pasaron por el centro destacan el poeta León Felipe, el sociólogo José Medina Echavarría, el historiador Ramón Iglesia, los musicólogos Adolfo Salazar y Jesús Bal y Gay, los filósofos Joaquín Xirau, Eugenio Ímaz, María Zambrano y José Gaos, quien incluso murió en la institución de un infarto al término de un examen de doctorado.
El presidente del Colegio de México, Javier Garcíadiego, destacó la contribución que ha hecho este organismo a lo largo de sus siete décadas de historia.
Recordó que en el Colegio de México se inició la política demográfica del país, los estudios de migración y se formaron los economistas que impulsaron la internacionalización de la economía mexicana.
Algunos de los funcionarios de la actual administración pública se han formado en el Colegio de México como: el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón; el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, y la presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información, Jacqueline Peschard.
Figuras destacadas de México vinculadas a la institución son los historiadores Enrique Krauze y Lorenzo Meyer, el escritor Héctor Aguilar Camín y los politólogos Soledad Loaeza y Sergio Aguayo.
El Colegio de México tiene en su Biblioteca Daniel Cosío Villegas el acervo bibliográfico más importante del país en las materias que son objeto de sus investigaciones.
Proporciona a investigadores y estudiantes acceso directo a su acervo, a la consulta automatizada de su catálogo y a más de un centenar de bases de datos en discos compactos y en servicios especializados en línea.
En septiembre de 1985 se estableció la Cátedra Jaime Torres Bodet, en honor del escritor y diplomático mexicano, con el objeto de impulsar el conocimiento de la literatura mexicana y propiciar en el CELL la estancia de profesores de otras universidades.
En 1990 se creó el Fondo Eulalio Ferrer para estimular el estudio de la literatura de los Siglos de Oro, del exilio español y la lingüística.
El Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, fundado en 1941, posee una larga experiencia en las tareas de investigación y docencia, acreditada internacionalmente, cuenta a la fecha con un cuerpo docente de 25 investigadores del más alto nivel académico.
El Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios (CELL) del Colegio de México es un centro de investigación y docencia especializado en los estudios de literatura hispánica y de lingüística, particularmente española, y de las lenguas amerindias habladas en territorio mexicano.
El Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, fue fundado en 1981 y se dividió para dar paso al Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, cuenta con 18 profesores de tiempo completo y es reconocido en México y América Latina como un centro líder en Docencia e Investigación en Economía.
Desde que se fundó, a pesar de los cambios que se estaban dando en México, este espacio de investigación mantuvo con inteligencia su magnifica labor como estudio acucioso y reflexión de los asuntos más importantes para el futuro del país,
El Colegio optó por una actividad numéricamente más reducida, a diferencia de lo que otras instituciones educativas igualmente importantes y significativas podían hacer para apoyar el desarrollo nacional, como la formación de numerosos cuadros profesionales.
Desde entonces, durante siete decenios, con el apoyo presupuestario del Estado y proyectos con fundaciones mexicanas e internacionales, el Colmex ha mantenido ininterrumpidamente sus labores convirtiéndose en uno de los centros de investigación y docencia más destacados en el mundo hispánico.
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